Museos, arte e identidad
Artesanías en la idea de nación
Rinesi, E. (comp.)
Año de edición: 2011
Páginas: 144
ISBN 978-987-1444-12-0
Los museos son un artefacto bastante novedoso en la larga historia de la civilización humana, y su emergencia como dispositivo educativo y cultural responde a las específicas formas que asumió en el mundo occidental moderno la organización de las naciones y al particular modo en que éstas, sus dirigentes y sus intelectuales se representaron esa misma historia. La idea de que es necesario retirar ciertos objetos de la circulación mundana de las cosas del mundo y exhibirlos en las condiciones singulares que permiten los museos es hija de la imagen de un avance de los tiempos que va dejando viejas esas cosas cada día y que, amenazándonos con devorarlo todo en su marcha hacia el futuro, nos invita a guardar cuidadosamente algunas de ellas, para que al contemplarlas podamos recordar de dónde venimos, buscar inspiración en el pasado o advertir cuánto cambiamos. De modo que puede afirmarse que hay, detrás de los museos, una filosofía de la historia y un designio pedagógico. Que hoy deben estudiarse teniendo muy en cuenta, como una importante tradición nos ha enseñado, su ostensible dimensión ideológica (su función legitimadora de ciertas formas de la memoria y de ciertas relaciones de poder), pero también advirtiendo la inflexión fundamental que en toda esta discusión han operado las grandes catástrofes del siglo XX, que ponen al museo, a la institución misma del museo, ante el desafío de ayudarnos a cultivar un tipo de recuerdo que no es ya el que nos permite confortarnos y felicitarnos por el progreso de la historia, sino el que nos exige luchar para que algunas experiencias tremendas del pasado no puedan repetirse -como se dijo entre nosotros- "nunca más". De todas estas cosas se conversa en este libro.
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Museos, arte e identidad
Artesanías en la idea de nación
Rinesi, E. (comp.)
Año de edición: 2011
Páginas: 144
ISBN 978-987-1444-12-0
Los museos son un artefacto bastante novedoso en la larga historia de la civilización humana, y su emergencia como dispositivo educativo y cultural responde a las específicas formas que asumió en el mundo occidental moderno la organización de las naciones y al particular modo en que éstas, sus dirigentes y sus intelectuales se representaron esa misma historia. La idea de que es necesario retirar ciertos objetos de la circulación mundana de las cosas del mundo y exhibirlos en las condiciones singulares que permiten los museos es hija de la imagen de un avance de los tiempos que va dejando viejas esas cosas cada día y que, amenazándonos con devorarlo todo en su marcha hacia el futuro, nos invita a guardar cuidadosamente algunas de ellas, para que al contemplarlas podamos recordar de dónde venimos, buscar inspiración en el pasado o advertir cuánto cambiamos. De modo que puede afirmarse que hay, detrás de los museos, una filosofía de la historia y un designio pedagógico. Que hoy deben estudiarse teniendo muy en cuenta, como una importante tradición nos ha enseñado, su ostensible dimensión ideológica (su función legitimadora de ciertas formas de la memoria y de ciertas relaciones de poder), pero también advirtiendo la inflexión fundamental que en toda esta discusión han operado las grandes catástrofes del siglo XX, que ponen al museo, a la institución misma del museo, ante el desafío de ayudarnos a cultivar un tipo de recuerdo que no es ya el que nos permite confortarnos y felicitarnos por el progreso de la historia, sino el que nos exige luchar para que algunas experiencias tremendas del pasado no puedan repetirse -como se dijo entre nosotros- "nunca más". De todas estas cosas se conversa en este libro.